¿Te da miedo decir que no a tu jefe?
Hablemos de comunicación asertiva en relación a la capacidad de declaración del no.
En mi experiencia como coach, me encuentro con personas que les cuesta expresar su opinión, posición o necesidad con firmeza, es decir les cuesta poner sus límites y declarar el no lo voy a hacer. Esto se llama comunicación asertiva.
¿Por qué no puedo decir no?
Pasa esto con personas que tienen alto nivel de complacencia. Normalmente son personas que tienen buen corazón, son serviciales, tienen una alta capacidad de identificar lo que la otra persona necesita y de satisfacer las necesidades de los otros.
En últimas, son buenas personas.
Sin embargo, algo pasó en sus vidas y por eso que pasó, comenzaron a crear un sistema operativo de la complacencia que los lleva a creer que su valía y seguridad depende de cumplir con las expectativas que las otras personas tienen de ellos.
Y por esto, les cuesta mucho trabajo decir la palabra “no lo puedo hacer ahora”
También puede pasar que les da miedo decir “no” porque en su mente, creen que si no complacen a la otra persona, esto va a generar un conflicto.
Y a este tipo de personas complacientes no les gusta el conflicto. Ellos valoran mucho la armonía y la paz en las relaciones.
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Un ejemplo de declaración del no y comunicación asertiva
Eres Juan y estás en tu trabajo y hoy jueves dices: “¡Qué bueno voy a ir a nadar! Realmente necesito nadar para desestresarme, divertirme y salir de la rutina. ¡Hoy salgo a las 5 pm y voy a nadar!”
Son las 4:45 pm y viene un compañero de trabajo y te dice: “Juan, ayúdame con este informe. Hay algo que no me cuadra y necesito entregarlo para mañana: Son solo 5 minutos. ¿Me ayudas por favor?
Y que dice Juan: “¡Claro que sí!” Son solo 5 minutos.
Ya son las 4:50 pm y pasa el colaborador de Juan y le dice: “Jefe, ¿Usted podría revisarme esto? Hay algo que no me cuadra. Yo sé que lo hacer rápido y así ya tengo todo listo para mañana”
Y Juan qué dice: “¡Claro que sí!” Serán solo 5 minutos
Ya son las 4:55 pm y ahora pasa el jefe de Juan: “¡Juan… perdóname, es que mañana a las 10:00 am tengo que entregar esto a mi jefe! ¿Me le puedes dar una revisada rápida? No te vas a demorar mucho.”
Y Juan que dice: “¡Claro Jefe!” Son solo 5 minutos…
Y … ¿Qué le pasó a Juan?
Ya son más de las 5:00 pm y Juan no ha salido de la oficina. ¡Nunca llegó a nadar a la piscina!
Y para rematar el día, lo llama la esposa a pedirle que pase por el supermercado porque se le olvidó comprar la leche para mañana y Juan que dice: “¡Claro mi amor, yo paso por el supermercado!” Serán solo 10 minutos.
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Consecuencias para un líder al que le cuesta decir “NO”
La primera y más importante es que esa persona pone por encima de sus necesidades, las necesidades y prioridades de otras personas.
Esto, al principio, puede leerse como generosidad o capacidad de servicio. Sin embargo, en un largo plazo, la incapacidad de poner límites comienza a afectar la autoestima de la persona.
Lo anterior debido a que el mensaje en el fondo es: “satisfacer mis necesidades no es tan importante y satisfacer las necesidades de los otros es más importante. Por lo tanto, mis necesidades no son importantes, no son valiosas y yo no soy valioso”.
Una segunda consecuencia de la falta de asertividad y capacidad de declarar el no, es que la persona comienza a cargarse de muchas responsabilidades que no le corresponden.
De este modo comienza a quitar responsabilidad a otros miembros del equipo de hacer lo que sí les corresponde hacer.
Una tercera consecuencia puede ser que la persona comienza a afectar sus resultados debido a que asume responsabilidades de las cuales no tiene los recursos para cumplirlas (tiempo, conocimiento, apoyo, etc)
También es usual que esta persona comience a perder credibilidad ante su jefe, sus pares o sus colaboradores porque no cumple con las fechas de entrega.
Y por último, esta persona complaciente puede llegar a tener una sobrecarga de trabajo, con altos niveles de estrés y agotamiento debido a que, para cumplir con todo lo que se ha comprometido tiene que dedicar tiempo no laboral a cumplir con sus tareas.
Esto puede crear problemas en su salud física y mental y entrar en el síndrome del “burn out.”
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